Visualiza la imagen del Ikigai y construye tu Ikigai con las siguientes orientaciones:
Descarga e imprime este gráfico o dibujalo en un papel y luego complétalo así:
- EN LO QUE ERES BUENO
Ahí empezarás a listar las cosas que haces bien. Usa lápiz preferiblemente, porque llegará un momento en que tendrás que borrar. En este espacio de la izquierda escribirás aquello que haces metódicamente, a lo que le dedicas tiempo y te sientes orgulloso y orgullosa del resultado.
También puedes poner en esta lista las cosas que haces y que, aunque tú no creas que hagas especialmente bien, las personas de tu entorno consideran que sí lo haces bien.
Esto te ayuda a tomar consciencia de tus habilidades y de cómo te sientes con respecto a ellas. Si quieres también puedes anotar estas impresiones en un papel diferente y luego crear tu «Dossier de Ikigai», al que podrás retornar siempre que te sientas desorientado o desorientada.
Luego escribe en la parte alta del papel, en el centro y arriba:
- LO QUE AMAS HACER
Empieza a escribir la lista de cosas que te gustan hacer. Las que disfrutas, aunque no lo hagas especialmente bien y no obtengas un gran reconocimiento por parte de los demás.
Observa bien lo que has realizado, porque ese espacio que hay entre lo que se te da bien y lo que te gusta contiene tu pasión. Entonces, puedes desplazar a este espacio intermedio las cosas que se te dan bien y que además te gusta hacer (¿ves? ¡Ya estás necesitando el borrador para cambiar de lugar alguna de tus habilidades!).
¿Te fijas? Si tuvieras que elegir una actividad para hacer durante un tiempo prolongado ¿Crees que escogerías una de las que interseccionan en este espacio? ¿Verdad que si piensas en hacer estas actividades encuentras más motivación que para hacer cualquiera de las que quedan afuera?
¡Vamos descubriendo cosas!
Ahora vas a escribir a la derecha, en la posición opuesta a la primera frase (lo que se siente bien) y pondrás:
- LO QUE NECESITA EL MUNDO
Empezarás a escribir la lista (con lápiz) y también le dibujarás un círculo alrededor. Ahora presta atención, porque todo lo que encontrarás en la intersección que hay entre estas dos áreas configuran tu misión.
Entonces puedes empezar a desplazar a este espacio todo lo que te gusta hacer y además ves que el mundo necesita.
Observa estas dos últimas listas y anota mentalmente (o en las hojas de tu «Dossier Ikigai») cómo te hace sentir cada una de ellas cuando te enfocas en poner en práctica las acciones que has escrito en ellas.
En este nuevo mapa mental que has empezado a construir, falta el término que va abajo de todo y es:
- POR LO QUE TE PUEDEN PAGAR
Empieza tu lista con aquellas cosas que ves claro que podrías cobrar por ellas.
Aquí se empieza a poner interesante, porque iniciamos a vislumbrar la independencia, una forma de vida realizable. Pero tal vez esta última lista te queda algo desconectada de las primeras que has escrito, y ves que cuando te enfocas en las acciones que puedes realizar cobrando, no sientes tanta vitalidad ni motivación como con las primeras que has escrito. ¡O tal vez tienes la fortuna de que coinciden!
Pero bien, vamos a seguir.
El espacio que corresponde a la intersección entre lo que necesita el mundo y por lo que te pueden pagar, está vinculado a tu vocación.
Ahora tienes que extraer de las listas las actividades que corresponden a este espacio y escribir los que se te ocurran nuevos, si es que se te ocurren.
Anota mentalmente o en tu cuaderno del «Dossier Ikigai» ¿Cómo te hace sentir pensar en las acciones que has escrito en esta última lista? ¿Podrías decir que sientes algo como responsabilidad o compromiso? ¿Un sentimiento en esta línea?
Aún nos falta un espacio, el que queda entre lo que puedes cobrar y lo que se te da bien, así que aquí puedes empezar a listar aquellas cosas que se te dan bien y que además ves claro cómo podrías cobrarlas. Seguramente tendrás que extraer alguna actividad de las que has escrito antes. Entonces estarás definiendo tu profesión.
Observa esta última lista y anota mentalmente o en tu cuaderno «Dossier Ikigai» ¿Cómo te sientes cuando te enfocas en estas actividades? ¿Eficiencia, impecabilidad?
Interesante ¿Verdad?
Pues aún nos quedan espacios para llenar, así que vamos a seguir.
Entre tu profesión y tu pasión, está tu dedicación. Extrae de las listas colindantes aquellos términos que coincidan y confluyen y escríbelos en el espacio de la dedicación.
Observa la lista y anota cómo te sientes cuando te enfocas en estas acciones.
En este espacio es donde encuentras la energía que te permite dedicarte a lo que haces. Si lo que haces no te apasiona, difícilmente podrás dedicarle el tiempo y el esfuerzo necesario para darle continuidad y llevarlo al éxito, pero si no te aporta una remuneración profesional, tampoco vas a poder dedicarte a ello.
Después, frente a tu dedicación encontramos el espacio de la entrega, extrae de las listas colindantes los asuntos que coincidan con los términos y escríbelos en el espacio de la entrega.
Observa la lista y anota cómo te sientes, si te imaginas haciendo estas cosas ¿Podrías decir que hay algo de satisfacción de la sensación del deber cumplido?
Los seres humanos necesitamos poder ser útiles a la comunidad y aportar a nuestro entorno. Algo que ayude a mejorar, a evolucionar.
Donde confluyen tu misión y tu vocación está el espacio de entrega absoluta, en total confianza. Y es una parte importante para que tu vida sea de calidad.
¿Y qué tenemos en el centro, en el espacio en que todo confluye?
Pues en este luminoso y bendito centro tenemos el Ikigai o propósito de vida.
Pues ya sabes. Ahora a extraer todas las actividades (y añadir las que se te ocurran nuevas) y configurar la lista de aquello que contiene notas de ambos lados.
Observa la lista y escribe cómo te sientes enfocándote en estas actividades.
Estas serán las que te van a transportar a otro nivel de experiencia y de conciencia. Imprescindibles para la preservación de tu salud y para la longevidad. Para desbordar felicidad en tus actos y satisfacción en tu corazón. Para despertarte por las mañanas con ganas de empezar el día y enfrentar todo lo que te va a traer.
Porque cuando puedes identificar el Ikigai y ponerlo en el centro de tu existencia, este fluye de otra manera. Brindándote una experiencia más completa, que estimula tu amor por la vida y la motivación por permanecer en ella con todas las capacidades para disfrutar plenamente de todos sus regalos.
AGRADECIMIENTOS:
Héctor García, Francesc Miralles, tomado de: https://www.onalza.com/wp-content/uploads/2018/03/Ikigai.pdf