Vivo en la comunidad indígena El Nogal, en el Resguardo Kwet Wala de Pradera. Este territorio es vida y tiene mucha diversidad. El simple sonido de la naturaleza es magnífico. Si cerramos los ojos, podemos escuchar el canto de los pájaros y el correr de las aguas.
El territorio nos representa. Su protección es el legado que nos han dejado nuestros mayores y debemos fortalecerlo manteniendo nuestros usos y costumbres como el idioma propio, los cultivos propios y el tejido propio por las generaciones que vienen después de nosotros.
La cultura indígena propia nos conecta con la paz. Por ejemplo la música producida por el tambor, la flauta, la guitarra nos llega hasta el corazón. Nos recuerda el conflicto y el desplazamiento por los que hemos pasado, pero no como una mala memoria, sino como una experiencia que queremos superar para salir adelante.
Sueño con que sigamos con mucha unidad entre todos para caminar libres, transitar seguros. También con que haya más oportunidades para que los jóvenes no tengamos que irnos del territorio a obtener ingresos, sino que en nuestra comunidad podamos obtener los recursos económicos para un buen vivir.
Con Jóvenes Hilando Juntos estamos pensando en soluciones a estas necesidades. Lo más bonito de los talleres es el compartir con otros jóvenes, expresar lo que sentimos, porque a veces somos devotos a guardarnos las emociones, desconociendo que un simple abrazo lo puede cambiar todo.
La Estrategia Jóvenes Hilando Juntos hace parte del Programa Hilando Vidas y Esperanza de la Agencia de Estados unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en colaboración con Fundación Mi Sangre.
Este relato. adaptado por la Fundación Mi Sangre a partir del testimonio de Yu’uusa, es posible gracias al generoso apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El contenido es responsabilidad de la Fundación Mi Sangre y no refleja necesariamente las opiniones de USAID o del Gobierno de los Estados Unidos ni de la OIM.