Es una escuela para jóvenes de Antioquia en la que se fortalecen sus conocimientos y habilidades de liderazgo para incidir en las transformaciones sociales. Jóvenes que crean en la libertad, la ciudadanía y la responsabilidad compartida, que deseen escalar su impacto y trabajar en temas de interés público en Antioquia mediante metodologías innovadoras de aprendizaje.
El proceso aborda retos relacionados con la sostenibilidad desde los puntos de vista de desarrollo social, protección ambiental, crecimiento económico responsable y la gobernanza territorial, alineada con diversos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El programa ofrece una experiencia de formación teórico-práctica, conexión con líderes de la región, comunidades de aprendizaje, intercambio de experiencias presenciales y virtuales, acompañamiento, asesorías y mentorías especializadas, y el diseño de iniciativas colaborativas de cambio, incidencia y movilización social.
Queremos seleccionar a 30 jóvenes entre 18 y 28 años que vivan en el Valle de Aburrá, Urabá, Oriente, Bajo Cauca o Suroeste de Antioquia,con experiencia en liderazgo, comprometidos con causas relacionadas con los siguientes temas: generación de valor público, paz, educación, convivencia, seguridad, medio ambiente, equidad de género, diversidad, salud mental, cultura, deporte, liderazgo y participación juvenil.
La primera cohorte de Emergentes trabajará dos temas: salud mental y diversidad e inclusión.
Conoce los detalles del proceso formativo
Fechas
Apertura y cierre de convocatoria:
Apertura
AGO 30
Viernes
Cierre
SEP 29
Domingo
Publicación
OCT 09
Miércoles
Inauguración
OCT 23
Miércoles
Apertura convocatoria: Viernes 30 de Agosto de 2024.
Cierre de la convocatoria: Domingo 29 de septiembre de 2024.
Publicación de seleccionados/as: Miércoles 09 de octubre de 2024.
Sesión inaugural (Virtual):
Miércoles 23 de octubre de 2024.
Componente de formación:
Bootcamp 1 (presencial): 1, 2 y 3 de noviembre de 2024.
Bootcamp 2 – Laboratorios territoriales por subregión (presencial): Valle de Aburrá: 8, 9 y 10 de noviembre de 2024 Oriente: 15, 16 y 17 de noviembre de 2024 Suroeste: 22, 23 y 24 de noviembre de 2024 Urabá: 29, 30 de noviembre y 1 de diciembre de 2024 Bajo Cauca: 29, 30 de noviembre y 1 de diciembre de 2024.
Bootcamp 3: Liderazgo Público (presencial): 24, 25 y 26 de enero de 2025.
Webinars y sesiones virtuales:
7, 14 y 21 de noviembre 12 de diciembre 16 y 30 enero de 2025 12 de febrero de 2025
Sostenibilidad: se entiende como la capacidad de generar un impacto positivo y duradero en la sociedad, el medio ambiente y la economía, garantizando el bienestar de las generaciones presentes y futuras.
Desarrollo social: Promover la inclusión, equidad, educación, salud y bienestar de las comunidades.
Protección ambiental: Conservar y preservar los recursos naturales, reducir la huella de carbono y promover prácticas sostenibles.
Crecimiento económico responsable: Fomentar el desarrollo económico sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.
Gobernanza territorial: Fortalecer las instituciones, promover la participación ciudadana y garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión del territorio.
Apoyar a la Líder de innovación, servicios y alianzas de la Fundación Mi Sangre en la gestión de alianzas con sector privado, aliados locales, nacionales e internacionales, la presentación de propuestas técnicas y financieras y la gestión del conocimiento.
¿Quieres ser parte del equipo?
REQUISITOS
Profesional en relaciones internacionales, economía, administración de empresas, ciencia política, comunicación social y periodismo y /o carreras afines.
HABILIDADES
Experiencia general de 3 años, mínimo 2 de experiencia relacionada con la gestión de relaciones comerciales y/o de aliados de proyectos de desarrollo, cooperación internacional o gestión de alianzas y sostenibilidad.
Inglés mínimo B2 o equivalente.
Conocimiento en excel gestión de presupuestos.
Conocimientos en la edición de presentaciones de Power Point.
Habilidades para el relacionamiento público y excelente capacidad de expresión.
Excelente capacidad de análisis, lectora y de escritura.
Atención al detalle.
OBLIGACIONES ESPECÍFICAS DEL CONTRATISTA:
El CONTRATISTA deberá tener presente las siguientes obligaciones y compromisos:
Apoyar en la identificación de aliados estratégicos y búsqueda de oportunidades de proyectos y servicios para la Fundación Mi Sangre con énfasis en alianzas público- privadas (mapeo stakeholders para apoyar estrategias financieras).
Apoyar la estructuración de propuestas técnicas y financieras, orientadas a la consecución de recursos para proyectos y servicios de acuerdo a las líneas estratégicas y programáticas de la Fundación.
Realizar lectura constante del contexto nacional e internacional (priorizadas con FMS) para la construcción de redes y alianzas de Fondos Multianuales y sector privado.
Apoyar en la implementación de actividades que contribuyan a la gestión del conocimiento del área de Innovación, Servicios y Alianzas de la Fundación Mi Sangre.
Entregar a la Líder de Innovación, Servicios y Alianzas de la Fundación los documentos que le sean requeridos, tales como: listados de cooperantes y/o empresas potenciales identificados, listado de visitas y/o llamadas realizadas a los cooperantes y/o aliados; listado de propuesta de los proyectos formulados y/o presentadas; documentos con información sobre el contexto socioeconómico, de derechos humanos, entre otros, de las zonas priorizadas, documentos conceptuales y/o investigación, proyectos formulados, base de datos actualizados.
Apoyar a la Líder de Innovación, Servicios y Alianzas en la formalización y consecución de la alianza, y en el diligenciamiento de documentos y/o cargue de información en plataformas tecnológicas que se requieran para tal fin.
Apoyar el monitoreo, supervisión y seguimiento de metas del área de Innovación, Servicios y Alianzas.
Presentar los recibos de pago del Sistema Integral de Seguridad Social (Salud, pensiones y riesgos profesionales).
Los demás que respondan al objeto contractual.
ENTREGABLES:
Plan de trabajo concertado con la Líder del área de Alianzas e innovación que responda a las obligaciones asignadas en el presente contrato de prestación de servicios.
Informes mensuales sobre el desarrollo de las actividades contractuales, al supervisor del contrato que contengan la siguiente información:
a) Identificación de prioridades y diligenciamiento de formato “Matriz de oferta de servicios”.
b) Número de propuestas técnicas y financieras estructuras en acompañamiento de la líder de alianzas e innovación y demás actividades que respondan a las obligaciones contractuales (entre otros).
Informe final del contrato sobre las actividades desarrolladas con los soportes correspondientes, presentado dentro de los dos (2) días previos a la terminación del contrato.
COORDINACIÓN:
El Profesional estará concentrando en acciones con la profesional Líder de alianzas e innovación de la Fundación Mi Sangre
SEDE DE LA ACTIVIDAD:
La actividad se desarrollará en Medellín (metodología de trabajo híbrido).
TIEMPO DE EJECUCIÓN:
El contrato de prestación de servicios será de 6 meses contados a partir de la firma del contrato. Contrato con posibilidad de extensión.
Catalina Cock Duque, socióloga, politóloga y máster del London School of Economics de Inglaterra, ha guiado a la Fundación Mi Sangre en la formación de liderazgos extraordinarios para reconstruir la confianza en territorios fragmentados por la violencia y alcanzar el anhelo de todos los colombianos de vivir en paz.
La Fundación fue creada hace 17 años por el artista Juan Esteban Aristizábal Vásquez, Juanes, y Catalina Cock se suma como cofundadora y actual presidenta, para lograr el propósito de la organización: hacer que las nuevas generaciones de colombianos sean protagonistas en la construcción de una cultura de paz.
Davos, Suiza, 16 de enero de 2024. (@fmisangre). – La Fundación Mi Sangre se enorgullece en anunciar que su presidenta, Catalina Cock Duque, ha sido galardonada con el prestigioso premio como Innovadora Social del año de la Fundación Schwab, y el Foro Económico Mundial. Este premio le ha sido otorgado en reconocimiento a su contribución a la transformación de las realidades sociales y su impacto positivo en la sociedad colombiana beneficiando a una población de más de dos millones de personas y movilizando a siete millones más, en las causas de la Fundación Mi Sangre como la prevención del reclutamiento forzoso de niños, niñas, adolescentes y jóvenes por parte de grupos armados, inclusión de migrantes y el cuidado de la salud mental, entre otras.
Este reconocimiento es testimonio de 17 años de trabajo de la organización, creada por el reconocido artista Juan Esteban Aristizábal Vásquez, Juanes, y a la que luego se suma la emprendedora social, Catalina Cock Duque, como cofundadora. “La unión de cada uno desde su rol -Juanes como artista y yo como emprendedora social con un enfoque en innovación social, liderazgo consciente y activación de redes nacionales y globales para el desarrollo sostenible- ha permitido que cumplamos nuestro propósito de hacer que las nuevas generaciones de colombianos sean protagonistas en la construcción de una cultura de paz”, asegura Catalina.
Esta socióloga, politóloga y máster en Política Social y Desarrollo del London School of Economics de Inglaterra, ha guiado a la Fundación Mi Sangre en la formación de liderazgos extraordinarios para reconstruir la confianza en territorios fragmentados por la violencia y alcanzar el anhelo de todos los colombianos de vivir en paz.
Catalina recibe este premio que destaca su capacidad de innovación para la transformación social, en momentos en los que el mundo se mueve en la incertidumbre, la volatilidad y el cambio. “En tiempos de crisis -asegura Cock Duque- la esperanza es un deber”.
La Fundación Mi Sangre a través de diversos proyectos y programas hace presencia en 29 departamentos y 275 municipios de Colombia, y ha liderado proyectos en Guatemala y Sudáfrica, fomentando liderazgos conscientes, especialmente en jóvenes, pero también acompañando la reconstrucción de la confianza con comunidades, docentes, autoridades locales, policía, organizaciones no gubernamentales, empresas y demás organizaciones locales para lograr transformaciones profundas y duraderas e impulsar así una cultura de paz.
La Escuela para Liderazgos de Alto Impacto es un programa de formación liderado por la Fundación Mi Sangre en el marco de BAQANES, la Ruta de Liderazgo de NuestraBarranquilla. Esta iniciativa nace con la finalidad de fortalecer el trabajo de NuestraBarranquilla con las juventudes y contribuir al desarrollo del ecosistema del liderazgo público juvenil en la ciudad de Barranquilla.
El objetivo principal del programa es fortalecer la capacidad transformadora de líderes y lideresas juveniles, conectándolos con una red de jóvenes comprometidos con el cuidado mutuo, el aprendizaje y la co-creación. A través de esta conexión, buscamos amplificar sus voces y potenciar su impacto en la transformación de la ciudad desde el liderazgo joven.
Serán 40 jóvenes elegidos en una convocatoria pública que estará disponible entre el 11 de enero y el 11 de febrero. Durante todo el proceso, los jóvenes líderes fortalecerán sus capacidades para el liderazgo, la movilización social y la incidencia. Además, impulsarán iniciativas de cambio sistémico que implementarán con el acompañamiento de mentores y personas expertas que participarán en el proceso formativo.
A quiénes estamos buscando
Si eres joven entre los 18 y 28 años , vives en la ciudad de Barranquilla, te apasiona el liderazgo, crees en la incidencia pública, la movilización social, promueves la equidad y el respeto a la diferencia, esta convocatoria está diseñada para ti. Si crees en la ciudadanía, la colaboración y la responsabilidad compartida. Si buscas ampliar tu impacto, trabajar por la ciudad y experimentar metodologías innovadoras y transformadoras de aprendizaje, ¡esta es tu oportunidad para escalar y crecer!
Conoce los detalles del proceso formativo
Fechas
Convocatoria
Apertura convocatoria:Jueves, 11 de enero de 2024.
Cierre de la convocatoria:Domingo, 11 de febrero de 2024.
Publicación de seleccionados/as:Viernes, 23 de febrero de 2024.
Sesión inaugural
Viernes, 1 de marzo de 2024 (modalidad virtual).
Proceso de Formación / 9 módulos de Febrero a Julio de 2024
· Marzo 8 y 9 de 2024.
· Marzo 22 y 23 de 2024.
· Abril 13 y 14 de 2024.
· Abril 26, 27 y 28 de 2024.
Las fechas de la formación en modalidad virtual se concertarán con los y las jóvenes participantes.
Mentorías
Las fechas de las mentorías virtuales se concertarán con los y las jóvenes participantes para los periodos comprendidos entre abril y mayo de 2024.
Implementación de las iniciativas
Las fechas proyectadas para la implementación de las iniciativas serán entre el mes de junio y julio de 2024.
Vivo en la comunidad indígena El Nogal, en el Resguardo Kwet Wala de Pradera. Este territorio es vida y tiene mucha diversidad. El simple sonido de la naturaleza es magnífico. Si cerramos los ojos, podemos escuchar el canto de los pájaros y el correr de las aguas.
El territorio nos representa. Su protección es el legado que nos han dejado nuestros mayores y debemos fortalecerlo manteniendo nuestros usos y costumbres como el idioma propio, los cultivos propios y el tejido propio por las generaciones que vienen después de nosotros.
La cultura indígena propia nos conecta con la paz. Por ejemplo la música producida por el tambor, la flauta, la guitarra nos llega hasta el corazón. Nos recuerda el conflicto y el desplazamiento por los que hemos pasado, pero no como una mala memoria, sino como una experiencia que queremos superar para salir adelante.
Sueño con que sigamos con mucha unidad entre todos para caminar libres, transitar seguros. También con que haya más oportunidades para que los jóvenes no tengamos que irnos del territorio a obtener ingresos, sino que en nuestra comunidad podamos obtener los recursos económicos para un buen vivir.
Con Jóvenes Hilando Juntos estamos pensando en soluciones a estas necesidades. Lo más bonito de los talleres es el compartir con otros jóvenes, expresar lo que sentimos, porque a veces somos devotos a guardarnos las emociones, desconociendo que un simple abrazo lo puede cambiar todo.
La Estrategia Jóvenes Hilando Juntos hace parte del Programa Hilando Vidas y Esperanza de la Agencia de Estados unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en colaboración con Fundación Mi Sangre.
Este relato. adaptado por la Fundación Mi Sangre a partir del testimonio de Yu’uusa, es posible gracias al generoso apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). El contenido es responsabilidad de la Fundación Mi Sangre y no refleja necesariamente las opiniones de USAID o del Gobierno de los Estados Unidos ni de la OIM.
Nota: El cupo máximo de participantes es de 250 personas. Las campañas, acciones o iniciativas que se realicen dentro del proyecto no pueden estar a favor de ningún candidato o partido político. No se podrá promover el odio, el racismo, la discriminación, ni la violencia en ninguna de sus manifestaciones.
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El Proyecto INTEGRA es financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) e implementado por Chemonics International Inc. Tiene como objetivo crear espacios de integración entre jóvenes venezolanxs y colombianxs desde el liderazgo tejedor.
Empoderando una generación que parcha por la reconciliación Primera cohorte 2022
En la Fundación Mi Sangre buscamos 110 adolescentes y jóvenes que tengan entre 14 y 24 años y que estén interesados en comprender qué nos pasó como país durante el conflicto armado, cómo llegamos a vivir tanta violencia y contribuir para que nunca más se repita. Si te sientes identificado/a, queremos invitarte a ser parte de la primera cohorte del proyecto “Paza la verdad” de la Fundación Mi Sangre, con el apoyo de UNICEF y la Embajada de Alemania.
Sobre “Paza la verdad” y su temática
En el marco del Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, suscrito en el 2016 entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo FARC-EP, se creó la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (CEV), como un mecanismo de carácter temporal dentro del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, para conocer la verdad de lo ocurrido en el marco del conflicto armado, contribuir al esclarecimiento de las violaciones e infracciones cometidas durante el mismo y ofrecer una explicación amplia de su complejidad a toda la sociedad.
Así, durante los últimos tres años y medio, la Comisión de la Verdad recorrió montañas, ríos, playas, bosques, barrios y comunas, escuchó con el corazón abierto a personas, comunidades, colectivos y sectores a lo ancho y largo del país. Con base en los miles de testimonios, informes y las voces que recogieron, hicieron el ejercicio de reconstruir y contarle al país lo que nos ha pasado en los últimos 60 años. El informe de la comisión tiene 10 volúmenes. Uno de ellos explora lo vivido por niños, niñas y adolescentes en medio del conflicto armado. Reconociendo la complejidad de nuestra historia, queremos promover espacios para que las y los adolescentes y jóvenes se empoderen y se apropien de la transformación del país y de todas las verdades sobre lo ocurrido en el marco del conflicto armado. Que sea esta la oportunidad para que en todos los territorios de Colombia se escuche el llamado a la reconciliación y a la paz, desde las y los jóvenes.
Para ello, desde UNICEF, con el apoyo de la Embajada de Alemania y Fundación mi Sangre, nos hemos propuesto aportar a que las y los adolescentes y jóvenes aprendan, dialoguen, reflexionen, debatan y socialicen los hallazgos y recomendaciones del Informe Final de la Comisión de la Verdad como un aporte a la reconciliación, la cohesión social, la no repetición y la paz en Colombia.
¿Qué puedes esperar del programa?
Vivirás un proceso de formación de 4 meses en donde te conectarás profundamente contigo, con otras y otros adolescentes y jóvenes, y con los retos y oportunidades para entender y contribuir a la verdad, la memoria, la reconciliación y las garantías de no repetición en Colombia. En estos encuentros adquirirás habilidades para la vida, conocimientos para construir y liderar agendas de incidencia y movilización juveniles, y co-diseñarás campañas con alcance nacional en las que se promueva la reconciliación y la construcción de paz desde tu propia voz y tus sentires. Para ello, se ofrecerá un acompañamiento técnico permanente por parte de un equipo capacitado de la Fundación Mi Sangre y con el apoyo de UNICEF.
El programa consta de 10 módulos con una duración de 2 horas, cada uno y tiene como objetivo fortalecer tus competencias, habilidades y capacidades de reconciliación y construcción de paz, teniendo como hilo conductor los hallazgos y recomendaciones del Informe Final de la Comisión de la Verdad. Algunas de estas sesiones tendrán la presencia de invitadas e invitados especiales que compartirán sus historias de vida y experiencias de reconciliación. El programa es dinámico, práctico, flexible, y adaptado a la disponibilidad y realidad de los y las participantes. Cada módulo de la experiencia es un taller virtual (sincrónico y asincrónico) liderado por la Fundación Mi Sangre y procurará promover la interacción, colaboración y aprendizaje horizontal entre los y las participantes.
Durante la formación en esta primera cohorte, co-crearás una iniciativa de movilización social juvenil, basada en los hallazgos y recomendaciones del Informe Final de la Comisión de la Verdad, con el acompañamiento técnico y logístico de la FMS. Según la naturaleza de las iniciativas se podrán incluir actividades presenciales que se definirán conjuntamente.
¿Qué necesita el proyecto de ti?
Ser parte del proyecto “Paza la verdad” es una invitación y oportunidad a que te integres a una red que converse, debata y divulgue los hallazgos y recomendaciones del Informe Final de la CEV para continuar construyendo un país con miras a la reconciliación y la construcción de paz. Este programa es una oportunidad única que implica responsabilidades y disposición de tiempo. Por esto, es importante que reflexiones sobre tu situación actual y evalúes si es el momento oportuno para apostarle a esto. La lista de chequeo te ayudará a tomar la mejor decisión:
Eres un/a adolescente o joven con intención de crecer, conectarte con otras y otros para apropiarte de los hallazgos y recomendaciones del Informe Final de la Comisión de la Verdad para aportar a la reconciliación y la construcción de paz.
Durante el 2022 puedes dedicar alrededor de 10 horas mensuales al Programa “Paza la Verdad”y a la implementación de las iniciativas.
Puedes comprometerte a asistir a todos los encuentros formativosvirtuales que se llevarán a cabo. Durante los meses de agosto, septiembre y octubre habrá un encuentro semanal de dos horas cada uno. El cronograma detallado de actividades será enviado a los y las participantes.
Crees en la incidencia y la movilización socialjuvenil como herramientas de transformación social.
Eres un/a adolescente o joven entre 14 y 24 años.
Tienes acceso a conectividad o puedes contribuir a que la gestionemos conjuntamente. Estamos dispuestos a apoyarte.
Si una vez revisada esta lista, ves que se trata de la oportunidad que has estado buscando, te invitamos a diligenciar el formulario en el siguiente link
Fecha de lanzamiento de la convocatoria: Viernes 15 de julio.
Fecha de cierre de la convocatoria: Jueves 28 de julio.
Fecha de anuncio de seleccionados: Miércoles 10 de agosto.
Fecha de inicio del programa: Tercera semana de agosto.
Fecha de cierre del programa: Última semana de noviembre.
Nota: El cupo máximo de participantes es de 110 personas. Las campañas, acciones o iniciativas que se realicen dentro del proyecto no pueden estar a favor de ningún candidato o partido político. No se podrá promover el odio, el racismo, la discriminación, ni la violencia en ninguna de sus manifestaciones.
Liderar las comunicaciones de la Implementación de la estrategia psicosocial “Jóvenes Hilando Juntos”, dirigida a promover y afianzar liderazgos juveniles como agentes de transformación social que contribuyen a aumentar la resiliencia de los sobrevivientes del conflicto, a fortalecer las interacciones comunitarias y la comunicación, como a la construcción de una cultura de paz y a la reducción de las violencias.
PERFIL PROFESIONAL:
Comunicador(a) social, comunicador(a) organizacional o periodista, con interés en temas sociales, juveniles y/o psicoeducativos.
● Experiencia en la creación de contenidos de valor para plataformas digitales y analógicas.
● Experiencia y conocimientos previos en comunicación para el cambio social, la incidencia y la paz territorial.
COMPETENCIAS:
Excelentes habilidades comunicacionales (orales y escritas) y relacionales.
Apertura para aprender, innovar y compartir.
Orientado/a la acción, recursivo/a, práctico/a, empático/a.
Cooperación y trabajo en equipo.
Buenas relaciones interpersonales y capacidad de crear alianzas estratégicas.
Capacidad de gestión, planeación y producción de eventos.
Capacidad de adaptación de piezas gráficas y comunicacionales.
Capacidades básicas de realización audiovisual y fotografía.
Habilidad para la escritura y redacción de contenidos.
Nivel básico en el manejo de programas como Illustrator, Adobe Photoshop y Premiere Pro.
Capacidad para la producción, montaje y transmisión de encuentros virtuales.
Mínimo tres años de experiencia en procesos de comunicación con enfoque social/cultural.
PRODUCTOS A DESARROLLAR:
Diseño de un plan de comunicaciones estratégico para el proyecto.
Contenidos periódicos sobre el proyecto para visibilizar las acciones en territorio y el impacto del mismo.
Recolección de testimonios e historias de vida que den cuenta de los logros y transformaciones vividas durante el proceso.
Acompañamiento a las acciones de los y las jóvenes en términos de comunicación y visibilización de los mismos.
Coordinar la realización de un contenido audiovisual que narre la experiencia y el proceso de Jóvenes hilando juntos.
Acompañamiento al área de comunicaciones de la organización en generación de contenidos asociados a las líneas de trabajo de la Fundación Mi Sangre: mailing, redes sociales, piezas de comunicación interna, presentaciones, entre otros.
ENTREGABLES:
Plan de comunicaciones
Informe de comunicaciones del proyecto con resultados y entregables.
Informe al área de comunicaciones con relación de actividades de acompañamiento a las comunicaciones estratégicas de la organización.
Carpeta con archivos, editables y contenidos.
COORDINACIÓN CON EQUIPO DE FUNDACIÓN MI SANGRE:
La persona contratada deberá articular sus acciones y concertar decisiones con la líder del área de comunicaciones de Fundación Mi Sangre
Estas reflexiones parten de un proceso polietápico contenido en la Teoría U desarrollada por Senge y Scharmer (2007)1, la cual es utilizada para ofrecer nuevos puntos de vista y nociones sobre algún fenómeno en particular. Este proceso permite abandonar los prejuicios que se cargan y abrirse a la posibilidad de cambios en las formas de mirar y concebir estos fenómenos de interés.
En este caso, se realizó una invitación abierta a toda la ciudadanía a participar en este proceso, con el fin de tener una mirada que trascienda las disciplinas, condiciones socioeconómicas, edades, y otras características personales. En síntesis, a partir de muchas miradas individuales sobre el problema, que además se van transformando durante cada uno de los encuentros realizados, se llega a una comprensión holística, en este caso, de los efectos que tiene la digitalización de la seguridad sobre el contrato social de los habitantes de Medellín. El resultado final es un documento en el que se recogen, pero no se agotan, las contribuciones de todos los asistentes al encuentro.
En el primer encuentro los integrantes de este proceso se conocieron, enunciaron sus concepciones, temores y esperanzas frente al auge de las nuevas herramientas digitales y su rol en el ámbito de la seguridad. Esto permitió reconocerse como individuos con una posición válida, pero también reconocer a sus interlocutores como iguales, que aunque tienen opiniones diferentes, también pueden ser escuchados y con los que se puede construir nuevas posiciones y consensos.
En el segundo encuentro los participantes conocieron el sistema en el que se enmarca el proceso de digitalización de la seguridad, y mediante un ejercicio lúdico identificaron los actores institucionales y no institucionales más relevantes, la posición de estos al interior del sistema, sus puntos de contacto y de tensiones. La conclusión de este ejercicio colectivo es la creación performativa de la sociedad, construida de forma colectiva e identificando las potencialidades y riesgos que implican la introducción de las nuevas tecnologías en este. Es decir, se pasa de la posición individual del primer encuentro a una posición más integradora.
El tercer encuentro consistió en una observación de caso en la que se evidenció la materialización del fenómeno de interés. En este caso, se visitó el Sistema Integrado de Emergencias de Medellín (SIES-M), lugar que alberga el sistema de recepción de llamadas de emergencia así como el sistema de vigilancia por cámaras de la ciudad. Estar allí permitió contrastar las posiciones y visiones de la digitalización de la seguridad que se construyeron en los dos encuentros con sus aplicaciones reales, esto ofrece mayor solidez a algunas de las conclusiones a las que los participantes habían llegado, pero también abre paso a nuevos interrogantes y miradas que quizás no eran consideradas al inicio de este proceso.
Este recorrido de enunciación, descarga, representación y observación lleva de forma natural al cuarto encuentro, dedicado a la reflexión de lo vivido. A este los participantes llegaron con una pregunta base que sirvió para llevar a cabo una discusión mucho más amplia: ¿Cuánta de mi privacidad y libertad individual estoy dispuesto a sacrificar por la seguridad y el bien común? Mediante un ejercicio de presencia plena y cocreación lúdica se discutieron este y otros aspectos relacionados de los cuales se recogieron los aspectos más relevantes y las conclusiones a las que se llegó de forma conjunta.
Esto se plasmó en un escrito, denominado “documento mártir” pues en un último encuentro los participantes tuvieron la oportunidad de leerlo, revisarlo, subrayarlo, reconstruir algunas de las partes con las que no se encontraban totalmente de acuerdo y agregar otros aspectos que pudieran haberse omitido.
La versión última, que no pretende agotar la discusión sobre el objeto de estudio, agrupa todas las voces de los participantes, sin que ninguna tenga preponderancia sobre otras. Acá se desarrollan las reflexiones más significativas que se generó en el proceso acerca de los efectos que tiene la digitalización de la seguridad sobre el contrato social de los medellinenses. Estas reflexiones, de forma muy general, pueden sintetizarse en dos frases:
Un fragmento de una canción de Jorge Drexler: “La máquina la hace el hombre, y es lo que el hombre hace con ella” y,
Una frase del poeta y crítico literario Jorge Gaitán Durán: “Todo edificio estético [social en este caso] descansa sobre un proyecto ético. Las fallas en la conducta vital corrompen las posibilidades de la conducta creativa [social]”.
En este ejercicio de construcción ciudadana nadie cuestionó la utilidad que tiene la digitalización de la seguridad, materializada en la ubicación de cámaras o en la implementación de herramientas de Big Data y Machine Learning, en la prevención y contención del delito. Estas herramientas han demostrado ser efectivas cómo método de protección, pues disuaden a los posibles delincuentes, graban hechos delictivos y “pueden servir como material probatorio en caso de injusticias o abusos.”23
“No se debe sentir miedo de sentirse grabado o grabada si se puede contribuir a una efectiva consolidación de la Seguridad Ciudadana.”
Las discusiones alrededor de la digitalización de la seguridad toman otro cariz, pasando de la pregunta por la utilidad de las tecnologías a la pregunta por la necesidad o el fin que tienen estas. El “¿Por qué?” y el “¿Para qué?” de la digitalización remite a toda una conversación sobre principios en los que los participantes rescataron algunos como la confianza, la compasión y la ética. Este último fue mencionado en cinco de los documentos de conclusiones realizados al final de la actividad de presencia plena (cuarto encuentro). Algunas de las menciones fueron:
Que los datos recolectados puedan ir de la mano no solo con la seguridad sino también con la construcción de una sociedad ética.
La Administración Pública debería regir sus acciones con base en la ética y el respeto por el otro, dejando de lado los intereses mercantiles y performativos.
Cámaras y vigilancia con ética profesional.
La herramienta sin criterio ético no soluciona.
Partiendo entonces de este enunciado: “Las herramientas per se no son buenas o malas. El uso que se les dé a estas es lo relevante, acá lo ético en el uso y manejo de la información y datos es útil para prevenir posibles daños”, podemos formular la siguiente tesis o consigna de la cual se desprenden otras ramificaciones:
Es necesario establecer un protocolo que garantice la ética en el empleo de las herramientas tecnológicas
En primer lugar, es importante llegar a una definición básica de lineamientos éticos en entornos digitales. Se resaltó la necesidad de orientarlos hacia el tipo de sociedad que necesitamos o nos imaginamos4. En este caso, una aproximación deseable puede ser la adoptada en Corea del Sur y que puede sintetizarse en cuatro principios:
1) responsabilidad de los usuarios de regular el uso, 2) responsabilidad de evaluar el impacto social negativo de la IA y los robots en los proveedores, 3) responsabilidad de los desarrolladores de eliminar el sesgo y las características discriminatorias en la IA, y 4) llamamientos para desarrollar IA y robots que no tienen características “antisociales”. En términos generales, la mayoría de las políticas y los principios éticos en Corea del Sur ponen énfasis en equilibrar la protección de la “dignidad humana” y el “bien común”, y reafirman la idea de que estas son “herramientas destinadas a proteger la dignidad humana y promover el bien social común”.5
Las intervenciones y acuerdos de los participantes guardaron muchas relaciones aunque sin influencia directa, con el párrafo superior. Entonces, se concluye que las políticas públicas que apunten a una digitalización de la seguridad deben construirse sobre la base de unos protocolos o guías de acción que garanticen entre otras cosas, los siguientes puntos:
Transparencia en el uso de la información recolectada: la información debe ser usada para los fines dispuestos, la prevención y contención de hechos delictivos y para garantizar los Derechos Humanos. Además, la ciudadanía tiene el derecho de saber que se hace con su información.
Interconectividad entre las instituciones que recolectan información: para garantizar una mayor eficiencia en la prevención y contención de hechos delictivos u otras problemáticas, estas instituciones deben tener criterios previos y sólidos de análisis y ejecución. Esto también implica buscar un equilibrio entre la excesiva centralización y descentralización de la información recolectada.
Componente educativo de funcionarios: aquellos que empleen las herramientas tecnológicas deben estar capacitados en los límites éticos y legales de la vigilancia ciudadana.
Formación ciudadana en tecnologías: es clave que la ciudadanía pueda formarse un criterio con respecto a estas tecnologías y que puedan ser críticos frente a su uso.
No emplearlas para limitar el ejercicio del derecho a la ciudad por parte de la ciudadanía: nadie debe sentirse coaccionado a actuar de una forma distinta a su pensar. Las herramientas tecnológicas como las cámaras no deben emplearse para disuadir a las personas de realizar actos como marchas y manifestaciones ciudadanas.
Es importante también resaltar, como mencionó el filósofo y profesor de la Universidad EAFIT Jonathan Echeverri Álvarez en un reciente conversatorio sobre ética en entornos digitales6, que este protocolo no puede quedarse meramente en un código deontológico sin efectos observables. Un gran desafío es convertirlo en un tema cultural cuyos efectos se traduzcan en cambios de conducta y de comportamientos por parte de agentes institucionales y de la ciudadanía en general.
El principio del contrato social implica de forma general la renuncia a ciertas libertades individuales, bajo la garantía de la salvaguarda por parte del Estado, de la integridad personal y de la propiedad privada. Entonces, cuando la seguridad o protección frente al delito se remite solo a la imposición de limitaciones a la autonomía individual, la relación entre el Estado y la ciudadanía se fragmenta y se ve amenazada. Un protocolo ético debidamente aplicado serviría para reconstruir esta relación y daría paso a la segunda consigna:
“Lo contrario de la seguridad no es la inseguridad, sino la desconfianza”
La palabra confianza fue mencionada ocho veces por los participantes del encuentro de presencia plena; por lo tanto, emerge como la condición más importante para una garantía del respeto al contrato social en los tiempos de la digitalización de la seguridad. Un protocolo ético en el empleo de las tecnologías es un primer paso para la reconstrucción de la confianza, en algunos casos resquebrajada. Esto se recoge en la conclusión de uno de los participantes: “Lograr la confianza de la ciudadanía en la cámara, donde el buen uso dependa del equipo humano que hay detrás.”
Una de las maneras más creativas, y acordes con la participación ciudadana, sugeridas para fortalecer la confianza en las instituciones es promover “La posibilidad de que los usuarios participen en el diagnóstico y en las soluciones puede ayudar a tener mayor confianza en las decisiones digitales.” Esto remite a su vez al concepto de seguridad como construcción colectiva y nuevamente a la necesidad de un protocolo ético de manejo de estas herramientas digitales.
En tercer lugar, la necesidad de una definición más integral de la seguridad y que trascienda la mera contención de delito, es otra de las tesis más relevantes identificadas por los asistentes a este espacio de cocreación y presencia plena. La seguridad en el siglo XXI y ante el auge de las herramientas digitales no puede continuar siendo entendida solamente como garantizar ausencia del delito o castigo a los posibles infractores. Existen otras dimensiones que deben entrar en la agenda pública y que a su vez preceden (y condicionan) toda la discusión sobre digitalización de la seguridad y el contrato social. Entonces la consigna a la que llegaron los participantes es:
Una categoría mencionada en una de las hojas de conclusiones es Seguridad Humana8. Este concepto fue desarrollado por la Naciones Unidas en la década de los ochenta y con él se buscaba cambiar el enfoque de la protección de los Estados Nación, a la protección de los individuos, con un entendimiento de la protección muy ligado a las nociones de Desarrollo Humano.
Según este enfoque son siete las dimensiones de la seguridad que deben ser garantizadas por el Estado a los ciudadanos: económica, alimentaria, en la salud, ambiental, personal, de la comunidad, política; y en ocasiones se considera una octava dimensión: seguridad para las mujeres. Una de las intervenciones en el encuentro de presencia plena se mencionó lo siguiente:
“No se puede hablar de sofisticados mecanismos de seguridad digitales en la ciudad (sus centralidades) cuando en las laderas o periferias, servicios más simples de resolver no son satisfechos.”
Se evidencia entonces la necesidad de garantizar otras dimensiones de la seguridad como la económica y de las comunidades en este caso, previo a una discusión sobre la conveniencia de una digitalización de la seguridad o de su análisis. Otra visión más integral se recoge en la siguiente conclusión de un participante:
“La seguridad no solo se relaciona o define desde la vigilancia y el control, es importante acercarla a la convivencia, la confianza y la garantía de derechos fundamentales para la vida digna y el desarrollo territorial de las comunidades.”
Como si de un tejido se tratara, el párrafo anterior entrecruza los principios rectores de las tres consignas mencionadas: una nueva noción de seguridad, la confianza y la ética. El entrelazamiento de estas tiene como resultado un foco en la garantía de los Derechos Humanos, así como priorizar mayores niveles de desarrollo comunitario. Pero no solo eso, se rescata también una cuarta consigna, muy importante, acerca del papel que juegan las tecnologías en la sociedad y que puede enunciarse de la siguiente manera:
La convivencia es otra de las formas de la seguridad
Por lo tanto, es necesario que las herramientas digitales además de contener la ocurrencia de hechos delictivos, esto basado en un protocolo ético ya enunciado, garanticen también, entre otras cosas, nuevas formas de convivir, de “reconocernos en diversidad para armonizar la convivencia a partir de las singularidades” y de generar también una mayor apropiación de los espacio públicos por parte de la ciudadanía. “La convivencia es la clave de la seguridad, se requiere recuperar la confianza. La seguridad es garantía de derechos.”
En el último encuentro, en el que los participantes leyeron de forma crítica el texto que recogía la construcción colectiva se realizaron recomendaciones y ajustes que fueron recogidos en esta versión final. Además, surgió una nueva consigna que no había sido previamente incluida:
La seguridad no depende tanto del ciudadano como de las instituciones.
La seguridad, además de ser una construcción colectiva es un proceso de corresponsabilidad en el que individualmente corresponde a cada uno la labor de hacer sentir seguros e integrados a los demás ciudadanos en un proceso de construcción de convivencia. Sin embargo, el principal encargado de las políticas de seguridad, de la prevención del delito y de garantizar que las herramientas tecnológicas usadas para contener el delito se empleen bajo un protocolo ético es el Estado.
Queda claro que no hay ninguna discusión acerca de la utilidad de las herramientas tecnológicas aplicadas a la seguridad. La discusión más valiosa se desarrolla alrededor de las relaciones de confianza entre la ciudadanía y el Estado, a las nociones de seguridad, al fortalecimiento de la convivencia, agarantías éticas en el uso de estas herramientas y a la noción de corresponsabilidad. Una de las conclusiones que sintetiza todo esto podría ser:
“Las cámaras/tecnología son un soporte de políticas; no son la herramienta principal, y, por ende requieren de políticas de acompañamiento que promuevan seguridad humana, convivencia y desarrollo socioeconómico. Esos tienen que ser los esfuerzos principales.”
Finalmente, dada la multitud de voces contenidas en este ejercicio, surgen algunas preguntas aún sin responder que son tan necesarias como las consignas, para entender de forma plena los efectos de la digitalización de la seguridad sobre el contrato social. Algunas de estas son:
¿Dentro de un protocolo para el uso y creación de herramientas tecnológicas puede estar contemplado el respeto por la esfera privada de la vida de los usuarios?
¿Cuál es la manera más efectiva de sensibilizar la política de uso de datos y protocolos, teniendo en cuenta que la manera en que se informa y promueve no es llamativa y contraproducente?
¿Cuál es la transacción de beneficios entre el uso y venta de datos?, ¿Si yo soy él o la propietaria de mis datos puedo decidir si son vendidos o no?
Y quizás, la cuestión más importante, ¿Quién debería responder estas preguntas?
1 Theory U: Leading from the Future as It Emerges.
2 Es otra la discusión acerca de los efectos a mediano y largo plazo de las tecnologías sobre delito así como sobre su difusión en el territorio.
3 Todas las frases que aparecen en comillas corresponden a aportes orales y escritos realizados por los asistentes a este proceso. En este documento sus voces son prioritarias y son las que marcan su orientación.
7 Se toma de una de las conclusiones, la cual es “Es necesario humanizar el concepto de seguridad desde las herramientas tecnológicas, de modo que la ciudadanía se sienta valorada y en reciprocidad de sumar a las acciones de seguridad pública”.
8 Enfoque que a nivel local ha sido ampliamente desarrollado por el Observatorio de Seguridad Humana (OSH) de la Universidad de Antioquia. https://www.repensandolaseguridad.org/
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Se realizará contrato por 8 (ocho) meses de prestación de servicios con honorarios de $6.930.000= mensuales.
Las personas con el perfil diligenciar los datos en este enlace desde el 06 hasta el 12 de abril de 2022 (si se exceden las aplicaciones se podrá hacer cierre anticipado):